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Germinados de Semillas Para Comer Brotes

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Germinados de semillas.

Sus brotes son el alimento vivo más antiguo, una fuente de clorofila, enzimas, vitaminas, aminoácidos, favorecen la regeneración celular, ayudan a perder peso, bajan los niveles de colesterol, ayudan a la eliminación de toxinas.

Convenientes para todas las edades, su obtención es muy sencilla y económica.

Podemos convertir la cocina en una microhuerta ecológica productiva sin riesgos transgénicos.

Necesitamos una jarra o tarro de cristal con gasa de tela en la boca del recipiente. Una temperatura de 17ºC – 23ºC para la zona donde esté nuestro germinado.

Cereales y leguminosas son los mas utilizados.

Podemos germinar fácilmente semillas de calidad biológica como: Alfalfa, soja, trigo, fenogreco, garbanzos, girasol, cebada, maíz, guisantes, calabaza y sésamo, lentejas, trigo, centeno, soja, las venden en tiendas naturistas.

Se puede germinar facilmente Trigo integral organico certificado, en perlita o incluso en tierra, se puede cortar hasta cuatro veces. rico en proteinas, carbohidratos, minerales y vitaminas.

Para hacer germinados sólo necesitamos un sitio oscuro pero con circulación de aire, agua que se pueda cambiar diariamente en los botes y un mínimo de higiene.

Si una germinación no se atiende adecuadamente en sus necesidades de humedad, temperatura y aire se corre el riesgo de que aparezcan hongos y bacterias no deseados.

Ante la duda tirar cualquier cultivo con mal aspecto y olor o ante cualquier sospecha.

Poner un par de cucharadas soperas de semillas en un frasco de cristal, cubrir las semillas de agua sin cloro preferentemente(hervida previamente).

Dejar toda la noche.

Por la mañana, colocar un trozo de gasa que se sujeta con un elástico.

Enjuagar las semillas dejando correr el agua en el tarro. Dar la vuelta al tarro y dejar escurrir.

Colocar el tarro inclinado con la apertura del tarro hacia abajo.

Las semillas guardan la humedad pero no están en el agua.

Necesitan oscuridad, colocar una gasa encima,dejando la apertura del tarro libre.

Enjuagar mañana y noche las semillas.

Normalmente al cabo de 4 o 5 días ya se puede consumir las semillas germinadas.

Recuerde que el agua hay que cambiarla diariamente, vigilando no se estanque y no tenga cloro preferentemente (agua hervida previamente), ni partículas en suspensión.

Las primeras hojas no deben recibir muchas horas de luz al día porque son débiles.

Cuando crezcan un poco y salgan hojas verdaderas de 2 cm. de largo, se exponen a la luz solar indirecta durante 2 horas, para que las hojitas vayan adquiriendo un color verde.

Si les quitamos la cáscara se conservaran mejor, no todas las semillas se pelan fácilmente, llenaremos el tarro hasta la mitad y agitando suavemente los germinados con los dedos casi todas las cáscaras saldrán a flote y así retiraremos las cáscaras de la superficie, y después pondremos los germinados en un plato para eliminar todas las cáscaras, y una vez quitadas las cáscaras las pondremos en un trapo limpio para que se sequen, si se quieren guardar en la heladera los dejaremos 1 hora para que se sequen del todo y después los meteremos en un tarro limpio con tapa, o en una bolsa sellable.

Si se han pelado debidamente y drenado toda el agua se mantendrán en perfecto estado entre 7 días en heladera en la zona de verduras.

Después de cada ciclo de germinado, limpiar bien cada bote para que no queden restos que puedan producir moho o problemas en las nuevas semillas.

Limpiar también la bandejita que recoge el agua sobrante.