Papas Panaderas
4 papas de tamaño medio.
1 cebolla.
1 diente de ajo.
100 ml de vino blanco.
Hierbas, secas o frescas y las que prefieras. A mi me gusta utilizar tomillo y romero pero hay quien prefiere perejil.
Aceite de oliva virgen extra, pimienta negra recién molida y sal.
Pela las papas y córtalas en rodajas finas, aproximadamente unos 3 mm de grosor.
Yo he utilizado una mandolina porque así es muy rápido cortarlas y quedan todas con el mismo grosor pero también puedes hacerlo con un cuchillo.
Pela la cebolla y córtala en tiras finitas
Poner las papas junto con la cebolla, mezcladas, en una bandeja de horno. La idea es que estén amontonadas en pocas capas.
Usar una bandeja más grande para que no queden muy amontonadas y se cocinen bien.
Precalienta el horno a 160ºC con calor arriba y abajo y ventilador.
Pela el ajo y pícalo o bien haz como yo y rállalo ya que no me gusta encontrarme trocitos de ajo pero me encanta el sabor que aporta.
Pon el ajo en un pequeño bol junto con un poco de pimienta negra recién molida, sal, las hierbas que prefieras y unas 4 cucharadas de aceite de oliva aunque las cantidades son a vuestro gusto.
Mézclalo todo y después viértelo sobre las patatas y la cebolla y remuévelo todo bien para que se impregnen con la mezcla. Cubre la bandeja por completo con papel de aluminio e introdúcela en el horno a altura media y hornea 1 hora para que las patatas queden tiernas y confitadas. Si prefieres ahorrar tiempo también puedes cocinarlas en un recipiente apto para microondas durante unos 10-12 minutos o hasta que estén tiernas o bien puedes freírlas para conseguir ese punto tierno, aunque te aseguro que el mejor resultado para mi gusto es con horno y la espera merece la pena.
Al cabo de ese tiempo destápalas, añade el vino blanco, sube el horno a 180ºC y cocínalas 15-20 minutos o hasta que veas que empiezan a tener zonas doradas. Si las has preparado al microondas o fritas, este último paso deberás hacerlo poniéndolas en una bandeja de horno.
Es una guarnición que puedes preparar cuando quieras pero siempre sírvela caliente que es como más rica está. Puedes elaborarlas el día anterior o con horas de antelación si lo prefieres, en ese caso completaría el primer paso del horno a 160ºC y ya a última hora justo antes de servirlas les daría esos 15-20 minutos a 180ºC para que se doren y lleguen como recién hechas a la mesa.
Va perfecta con todo tipo de carnes y pescados y suele gustar a todo el mundo. Lo mejor de todo es su textura que queda muy tierna y por supuesto su sabor, están de… ¡escándalo!