Entrenadores
El mundo de la competencia deportiva es algo que me apasiona. Se vive constantemente sobre una línea muy fina de incertidumbre donde es necesario tener convencimientos claros. A través de estos conceptos, es que podemos seguir avanzando con seguridad de que estamos en un proceso largo donde los resultados no son el objetivo sino que van a ser la consecuencia de nuestro trabajo. En mi opinión, el éxito se basa en lograr formar un equipo con gente que aporte conocimiento que vayamos incorporando con la intención de cada dia ser un poquito mejores personas y atletas. Una vez elegido este, es de suma importancia que los jugadores estén predispuestos en todo momento para absorber toda la información que tiene su propio equipo para brindarle. Son las personas de confianza con las que eligió rodearse y por ello debe aprovecharlos. Pero es todavía más importante que los integrantes de este, busquen la manera más eficiente de comunicar las correcciones según la personalidad del jugador. Hace un tiempo leí una nota a Marcelo Bielsa donde contaba que para el planteo de un partido, tenía que explicarle a Ariel Ortega un concepto futbolístico que él pensaba necesitaba más de media hora. Pero sabía que el ¨Burrito¨, solo le podía prestar atención durante 2 minutos. Así que tuvo que adaptar su charla para que el jugador se lleve los conceptos necesarios para enfrentar ese partido.
Por otro lado, Pep Guardiola siempre dice que no hay que tener un trato distinto con los jugadores ¨estrella¨ pero sí entender que cada deportista tiene su personalidad y para convencerlos de nuestras ideas hay que entrarles de diferentes maneras. Es el trabajo del entrenador, no solo tener los conocimientos necesarios para ayudar al desarrollo del jugador, sino que encontrar esa fórmula que te permita llegarle. Una vez que encontramos el detalle que queremos corregir, debemos estudiar de qué manera comunicárselo. Los mejores entrenadores que conozco, son lo que tienen simpleza para mostrarle al deportista que es lo que necesitan mejorar. No tienen discursos donde dan vueltas sin decir nada, al contrario, saben exactamente qué es lo que hay que hacer y cómo deben hacerlo. Se pueden utilizar distintas herramientas para esto, desde videos, estadísticas, o ejemplos de cuál sería el beneficio de corregir ese problema. Pero está en el toque de cada entrenador usar la que mejor se conecte con su jugador.
Mucho se habla hoy en día sobre la idea de juego. El famoso patrón, o estilo como prefieran llamarlo. La comparación entre Menotti o Bilardo, Guardiola o Mourinho, Bielsa o Simeone, posesión de pelota o presión y contra ataque. En el tenis podemos hablar de Nadal o Federer, fuerza y aceleración contra estilo y talento. Aunque cada vez en este deporte la potencia y agresividad son las que toman protagonismo. En mi opinión, es necesario para un entrenador crear su propio estilo e ir incorporando y evolucionando a través del tiempo con nuevos conocimientos. Cuando un club o un jugador estén interesados en contratarte, debería ser porque tienen una idea clara de lo que vos le podes ofrecer a ellos. Por ejemplo, un lugar que busca cambiar e instalar una nueva cultura seguramente busque entrenadores como Guardiola o Bielsa. Ellos son personas que con su trabajo generan una identidad que cambia a los jugadores, dirigentes e hinchas para siempre. A mi manera de verlo, estas son la clase de profesionales con los que uno debe rodearse porque su foco pasa por algo más grande que el simple resultado. Es gente que entiende que no todo es ganar o perder, sino que las formas e intenciones son las que nos marcan el camino. Y son este tipo de convencimientos que construyen y ayudan a que los jugadores lleguen a sus mejores versiones. Para luego al final del día, cuando llega el momento de evaluar quienes fueron las personas que nos marcaron en nuestro camino, acordarnos de ellos que fueron los que más nos enseñaron.
Me parece importante aclarar que estas llamadas enseñanzas no están estrictamente enfocadas en la tecnica, tactica o correcciones sobre el juego. Antes de llegar a eso hay que comprender al ser humano para saber qué es lo mueve. Para ello, lo primero que un entrenador debe lograr realizar es encontrar cual es el propósito de cada jugador. Ese deseo profundo que tiene para hacer todo lo que hace. La competencia de alto rendimiento requiere que los atletas hagan enormes sacrificios día a día para poder sacar ventaja y aprovechar esos pequeños detalles a su favor. Entonces, para lograr estar motivados en todo momento hay que tener muy claro cual es el porqué que nos empuja a hacer todo esto. Una vez que logramos que el jugador tenga eso en la mente, va a ser más fácil para nosotros exigirle y proponerle las correcciones que requieren tanto esfuerzo. ¿Porque es tan importante el propósito? Porque para poder llegar a competir a nuestro más alto nivel necesitamos disciplina y orden. Necesitamos estar convencidos de nuestra idea, del proyecto que estamos creando. Y es ese convencimiento que nos da la tranquilidad que necesitamos para poder observar y tomar decisiones con la lucidez necesaria en los momentos decisivos.
Ese propósito aparte nos brinda la posibilidad de enfocarnos en el proyecto y no solamente darle importancia del resultado. Nos saca la ansiedad y necesidad de triunfar hoy porque el objetivo es algo más grande que el torneo de esta semana. Nos permite poner en perspectiva donde estamos parados hoy para poder trabajar en los detalles que nos acerquen a nuestra misión. Con la certeza de que disfrutando del proceso la mayor cantidad de días es cuando más posibilidades vamos a tener de que nuestro proyecto llegue a cumplirse. Es nuestro objetivo como entrenadores y/o formadores que los deportistas encuentren su porqué para que luego puedan competir y entregarse al máximo con un objetivo claro. Debemos brindarles las herramientas necesarias con la finalidad de ayudarlos a buscar las preguntas que mueven su vida y que les permita ser lo que ellos quieran llegar a ser.