GANAR
¿Qué es ganar? Y, ¿por qué algunos ganan más que otros?
Les quiero compartir algunas ideas que tengo sobre una palabra que esconde emociones, sensaciones y sobre todo, infinitas definiciones. Digo infinitas porque cada uno de ustedes, cuando la lea, va a pensar en algo diferente. Va a sentir y recordar algo distinto. Los invito a que a medida que vayan leyendo estas líneas tengan presente la primera sensación que tienen al encontrarse con ella:
Ganar.
¿Cómo definir lo que significa ganar? ¿Por dónde comenzar?
Por un lado, podemos asociar la palabra al resultado. A conseguir aquello que buscábamos y luego de mucho esfuerzo, o no, lo conseguimos. Probablemente la mayoría la relacione con el deporte, con un trofeo, con un resultado positivo en el marcador final. Otros, pensarán en la familia, en el camino y los procesos. En los encuentros, en las experiencias y en los abrazos. Ganar puede ser algo tan sencillo y genuino como llegar a casa y encontrarte con tu familia. Quizás para muchos ganar sea sinónimo de éxito. Podría seguir esta lista pero creo que la idea se comprende. Ganar es lo que para cada uno representa la palabra. Es eso que pensaron cuando la leyeron. Es eso que buscan cuando se despiertan cada día.
Ahora bien, les pregunto - no porque sepa la respuesta si no porque me interesa conocer lo que piensan - ganar, es la búsqueda o es el resultado final? O ambas? Cuándo ganamos?
En primer lugar, si le otorgamos la definición de resultado final, ganar se vuelve la verdad absoluta. Es el único camino posible y encontramos la victoria como única respuesta. Sin embargo, una vez que ganamos, que nos queda? Claro, volver a ganar. Cuando es una única posibilidad, se convierte en un deseo acompañado de ansiedades y desesperación. Aquí me detengo para hacer una breve aclaración. Desde mi parecer, la desesperación y el hambre por ganar son herramientas necesarias y compatibles con la victoria. Entre otras, son recursos que guían el camino y derriban obstáculos. No hay “peros”, no hay “cómo”, no hay imposibles. Solo existe ganar. Pero entiendo que no todos podemos ganar siempre. Al menos si ganar significa obtener únicamente el resultado deseado. Y si es nuestro único resultado posible, qué pasa cuando perdemos? Si la única opción es ganar, cuando el resultado deseado no se consigue lo único que queda en ese instante es la debacle. El dolor. Nos replanteamos las decisiones de vida que nos llevaron a este lugar. Quizás puede ser un proceso sano donde nos ayude a reconocer que cosas debemos mejorar. Aunque muchas veces resulta un momento tóxico donde todo es doloroso y lo único que queremos es desaparecer. Que nadie nos vea. Escaparnos de las opiniones y juicios de los demás. Todo lo contrario a cuando el resultado es positivo y lo único que deseamos es ser vistos. Contarle al mundo lo que logramos y que todos nos feliciten por nuestro trabajo. Siempre quise entender porque hay tanto contraste en esas dos opciones. Cuando por lo general el trabajo que hicimos es el mismo y por pequeños detalles la victoria cayó en el lado de en frente. Porque le damos tanto poder? Tanto valor.
En segundo lugar, podemos comprender “ganar” como la búsqueda que nos lleva a un resultado, independientemente del mismo. Pensarla como el camino recorrido, el aprendizaje ganado, los hábitos adquiridos. Quizás, en la sociedad en la que vivimos, esta idea suene un poco conformista o incluso mediocre. Estamos acostumbrados a llegar hasta el final y conseguir el objetivo. No hablamos de victoria si no hay un final feliz. Pero también podemos pensar que aquellos que encuentran dicho final feliz en el camino, nunca pierden. Probablemente si le preguntamos a los mejores de cualquier area, nos dirán que perder es una circunstancia, que incluso es necesario para poder seguir ganando. Entonces, podemos afirmar que para aquellos que en su mentalidad consideran que ganar es la verdad absoluta, perder también es ganar.
No saben de que lado va a caer la moneda, pero tampoco les preocupa demasiado porque ellos, ya ganaron. Tampoco quiere decir que a los ganadores no les duela perder. Pero al darle otro significado a una derrota podemos hacer uso de la información para estar mejor preparados en la próxima batalla. Considero ese el objetivo más difícil y a la vez importante de poder superar para poder desarrollarnos como mejores personas. Cuando deseamos hacer algo y el resultado inmediato no es el que buscamos. Tenemos dos opciones. Frustrarnos y dejar de intentarlo. O usar toda nuestra energía, foco y capacidad en descubrir la manera de alcanzar ese objetivo. En mi opinion lo segundo es Ganar.
Por qué ganan los que ganan? Los mejores, los premiados, los ejemplos. Por qué se encuentran más seguido ganando? Hay algún secreto que nos permite acercarnos a ganar?
Creo pertinente aclarar que no me refiero a ganar en el sentido de recibir un premio, un trofeo o un reconocimiento económico. En estas líneas pienso ganar como el proceso elegido y construido que logra que ganar sea carta común. Pienso en aquellos que encontraron el camino que cambia la probabilidad y logra que la moneda caiga mas veces del mismo lado.
¿Qué es lo primero que se les viene a la cabeza cuando piensan en un ganador? Particularmente a mi me aparecen una serie de palabras sueltas pero de la mano; determinación, resiliencia, convicción y deseo. Creo que también puede confundirse o tildarse de “locura”, porque siempre van a hacer un poco mas que el otro para poder triunfar. Cuando la cosa se pone difícil, cuando las dudas florecen, los ganadores suelen encontrar soluciones para seguir avanzando. Mientras que el resto de los mortales se quedan dando vueltas buscando explicaciones o justificaciones a las cosas que les pasan.
Ahora, de donde nace esta decisión?
Pienso que desde la convicción que uno tiene sobre uno mismo. Creer realmente en lo que uno hace. En sus habilidades, su talento, la capacidad de resolver situaciones más allá de las circunstancias. La resiliencia para sortear cualquier obstáculo y confiar en la preparación que uno tuvo para lograr el objetivo. Y en definitiva a la convicción que uno tiene sobre lo que hace.
¿Qué herramientas podemos utilizar para construir esa convicción?
La convicción se construye a través de hábitos diarios que vamos trabajando. Lleva tiempo y paciencia. Una cabeza como la de Nadal no se consigue de un día para otro. Son años de programación y preparación para alcanzar una maquina diseñada para ganar sin parar. ¿Que cosas son claves para lograr un nivel de convicción que nos permita lograr nuestra mejor version? Objetivos claros, pasión por lo que uno elige hacer, determinación para ir en busca de mas, valentía. ¿Quien en la historia se arrepintió de ser valiente? Necesitamos aferrarnos a una batería de herramientas que nos permita seguir avanzando en la dirección que queremos ir. Cuanto mas alto es el objetivo, mas sinuoso suele ser el trayecto y necesitamos recursos para sortear lo que tenemos por delante. Esta claro que el talento nos puede ayudar, o que la motivación puede ayudarnos a empujar. Pero ambos recursos tienen su techo y se agotan cuando el objetivo es de largo plazo. A mi entender, encontrar nuestro propósito es lo que nos brinda la posibilidad de seguir siempre firmes en el camino. Con el propósito y una vision clara de lo que queremos, cualquiera de nosotros puede mover montañas.
Como acompañamos esa convicción en nuestra búsqueda por ganar?
Considero una necesidad aprender a enfocarse. Soltar rápido las emociones. Tener en claro cual es la linea de pensamiento a la cual nos queremos aferrar para encontrar la concentración. Todo lo que nos aleje de eso, lo soltamos de inmediato. El propósito nos ayuda en este proceso. Si nosotros queremos ganar, no tenemos tiempo ni energía para gastar en cosas que no nos acerquen a lo que nosotros buscamos. Es lógico que usemos recursos para descargar nuestras emociones de alguna manera. Pero debe ser urgente nuestra reacción para comprender que son simplemente emociones y somos nosotros quien debemos controlarlas para poder seguir enfocados. Todos sabemos que estar en la zona es lo que nos permite rendir de la mejor manera, y que cuando las emociones se meten en el medio, es muy difícil sostenernos ahi adentro.
Es posible caminar en el proceso de ganar solos?
Me parece de suma importancia tener un equipo de trabajo que siempre nos recuerde toda esta línea de pensamiento. Que nos guíe hacia donde vamos. Que nos recuerde desde donde venimos. Que nos marque el camino día a día. Que nos de esas palabras de aliento cuando las necesitamos, quizás un mimo, quizás un empujón. Pero lo mas importante que sea nuestro soporte en nuestra misión. Son muy pocos los que ganan, y ganar dura tan poco que es necesario tener gente que nos ayude a sostenernos ahi arriba. Hacerlo solos no es difícil, es imposible. Junto al equipo construimos el propósito por el cual batallamos. Ese es el objetivo principal de un gran equipo. Todos detrás de un propósito, cada uno con su arma o escudo para defenderlo día a día. Es muy normal en la competencia, viajes, vidas de cada uno, la prensa, resultados, que se pierda de vista esa vision de hacia donde vamos. Por eso todos juntos trabajamos para mantenernos sobre esa línea.
Analicemos los casos de éxito y siempre vamos a encontrar qué hay un excelente equipo de fondo sosteniendo.
Porque es necesario todo esto?
Porque ganar es enfrentarse contra todos tus miedos. Cuanto mas grande el desafío, mas miedos nos aparecen. Y no solo los superficiales, los que tenemos escondidos que solo nosotros conocemos y no queremos que nadie los vea. Nuestros mayores temores se presentan y si no tenemos recursos para lidiar con ellos, ganar nos va a mirar y se nos va a reír en la cara. Son los ganadores los que deciden aceptar esos miedos y plantarles pelea. De hecho es importante usarlos para poder estar alertas, y sacar la energía que nos permita acercarnos a la victoria.
Por ende hay que amigarse con el miedo. Competir trae siempre la exposición al miedo y a la posibilidad de ganar o perder. Si uno no acepta qué hay probabilidades de que sucedan ambas cosas, el miedo va a tomar el control de la situación. Y el problema mayor no es ese, sino que al no aceptarlo no tenemos los recursos necesarios para actuar en ese estado. Si uno comprende que el miedo viene de la mano de la tension, del estado de alerta, lo podemos utilizar a nuestro favor. En cambio, si al miedo no lo respetamos, y lo intentamos ocultar. Puede resultar en duda. Parálisis. Tensión que no llegamos a controlar y nos desborda. Es como intentar sostener una pelota con aire abajo del agua. Sabemos que en cualquier momento se nos va a escapar. Lo mismo pasa cuando intentamos ocultar la duda. Por eso es tan importante hacerlo parte del juego para nosotros decidir que queremos hacer con el. Es lógico que haya miedo, es la presión de que deseamos que las cosas salgan como nosotros queremos. Necesitamos esa presión para que nuestros sentidos estén alertas y listos para la batalla. Es nuestro deber habernos entrenado y preparado para saber navegar esos momentos. La competencia se trata principalmente de eso.
En conclusion, ganar es un partido de a 3. Vos, tu rival, y la posibilidad de ganar. ¿Cual de los 3 es tu verdadero contrincante?