Historias y Mitos UBA - Episodio 1 - Facultad de Derecho
Bien sabido es que es una de las casas de estudios más prestigiosas de Iberoamérica y el mundo, cuna de sendos presidentes y premios Nóbel, una gema arquitectónica única e inigualable en la Ciudad de Buenos Aires.
Pero, el gigante sito en Figueroa Alcorta 2263 esconde una serie de misterios y secretos que se propagan por sus largos pasillos y que hoy, en Historias y Mitos de la UBA, vas a conocer.
Cualquiera de sus estudiantes conoce bien la diferencia entre derecho positivo y clásico, las clases de derechos reales y la configuración típica de un delito penal, pero ninguno de ellos -o al menos ningún estudiante en buena ley- conoce el número exacto de las monumentales columnas de estilo dórico presentes en la entrada de la facultad.
¿Son 13, 14 o 15? Ningún alumno debería saberlo ya que se cree que contarlas equivale a un aplazo infinito y el indefectible resultado de jamás recibirse como abogado.
El origen de dicho mito es desconocido, pero se encuentra igual de vigente que el primer día, así que a mirar para abajo cada vez que cruzás la puerta de la facu.
Cábalas para rendir hay tantas como personas en el mundo, pero algunas de ellas se dan con frecuencia y merecen ser resaltadas.
¿Entrás por las puertas laterales a la hora de un parcial? Error. Según el mito popular, el estudiante de derecho debe -por mandato divino- ingresar por la condecorada puerta principal el día del examen ya que, de no hacerlo, su suerte estará echada.
Como si fuese poco, algunos pocos le rinden sus respetos a las estatuas del hall principal. Así es, leíste bien: para invocar a la suerte se acercan a los gigantes de piedra ubicados ni bien uno ingresa al monumental edificio de 40 mil metros cuadrados y besan sus pies o se postran ante ellas.
Ambas esculturas representan, respectivamente, a la justicia y la libertad; ahora sabés que al final del cuatrimestre tienen sus pies húmedos por tanto beso recibido… todo muy higiénico por suerte.
A la hora de comer, la Facultad de Derecho ofrece a sus más de 30 mil alumnos regulares, un sinfín de opciones que van desde kioscos, puestos móviles y comida por peso.
Si bien hacen un tostado árabe espectacular, según los más supersticiosos, el buffet de la planta baja debe evitarse a toda costa ya que el sándwich que disfrutás hoy, lo lamentás mañana con unos lindos bochazos. ¿Por qué se cree esto? Dicen que el buffet está maldito, ya que en épocas de dictadura los militares hacían inteligencia allí dentro.
En fin, como bien podemos ver hay una serie de mitos y leyendas que envuelven, desde 1949, a la prestigiosa Facultad de Derecho de nuestra queridísima UBA. Estará en cada uno respetarlos o tentar a la suerte, ya que, en definitiva, en la vida uno elige en qué creer. Por las dudas, nosotros vamos a dejar de comer el árabe…
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