Self Control

Algunas noches las luces reflejan en la lluvia que cae como las hojas en otoño, y la luz del faro cada tanto parte el cielo para que se sienta un poco más lejos la soledad.

A veces extraño las noches de verano, hasta que llegan y ya no soy más uno con la luna en mis madrugadas de insomnio, por la bahía, con el sonido de pasos mojados en la arena y el mar.

Encontré una foto con la ciudad en medio de la nieve, tu sonrisa y una mirada que abraza los fantasmas que saqué a pasear.

El sol cae sobre el muelle y me acuerdo de las pecas en tu mejilla, de la sal en tus pestañas y de tus silencios que duraban lo mismo que una estrella fugaz.

A veces siento que el mundo va muy rápido, aunque quizás es porque no lo entiendo y gran parte del rato estoy en otro lugar.

Camino y me chocan las canciones de la ciudad, y si bien siempre supimos que te ibas creo que cantamos un estribillo de más. Nunca entendimos que a veces el verano termina antes de empezar.

Otra vez de madrugada y aunque esté tirado sobre las piedras te salgo a buscar. Quizás en algún momento sueñe con darme con vencido y pueda inventar el olvido para poder despertar.

Las estrellas caen y dejan almas que deambulan y nunca entiendo si es buscando algo o en un intento eterno de escapar.