Calentar la taza, ser feliz
El café es complicado.
A esta altura ya sabés que la mayoría de las respuestas a cualquier pregunta cafetera va a empezar con depende.
¿No me creés? Vamos con un greatest hits de preguntas:
¿Cuánto tiempo puedo guardar el café? depende si está molido o en grano, dónde y cómo lo guardes, cuándo lo hayan tostado, tu gusto personal...digamos que entre 60 y 90 días es un buen promedio.
¿Cómo tengo que moler el café para el método v60? depende de la fecha de tostado, el tipo de papel que vayas a usar, la temperatura del agua, tu gusto personal...idealmente molienda media un poco hacia el lado fino.
¿Qué relación de café y agua tengo que usar? depende del café, del método que vayas a usar para prepararlo, cuándo haya sido tostado el café, tu gusto personal...un buen punto de partida es 1:17 (1gr. de café por cada 17ml. de agua, pero otro día lo charlamos mas en profundidad!)
Creo que se entiende, para todo existen promedios que funcionan y son buenos puntos de partida para experimentar e ir formando tu propia respuesta (la cual seguro va a cambiar dependiendo de la hora del día, el café que estés usando, la temperatura ambiente, el tiempo que tengas para prepararlo, si es para vos o para compartir, etcetera...) y además está bueno que el café sea complicado; es más, para mí eso es parte de su atractivo.
El punto es que a pesar de las complicaciones, hay algunas cosas que podemos hacer y siempre van a mejorar nuestra experiencia, más allá de la preparación en sí de la bebida.
Las pequeñas cosas
En ningún orden específico y como me van saliendo...
Precalentar la taza
Sí, ya sé. Suena muy tonto y básico, pero hace una diferencia enorme y es tan simple que es una verdadera lástima que lo hagamos tan poco.
¿Cómo haces para generar el hábito? Cuando pones a calentar el agua, poné siempre de más.
Cuando veas que está casi en la temperatura que querés, serví un poco del agua caliente en tu taza y dejala ahí al costado mientras se termina de calentar el resto.
¿Pero si uso la pava eléctrica? Poné la temperatura de corte un poco mas alta, cuando esté lista serví en la taza y dejá el agua en la pava esperando un ratito mas para que bajé la temperatura y este lista para la infusión.
¿y si estoy haciendo espresso? Poné a calentar agua cuando vayas a prender la máquina, serví el agua caliente y deja la taza llena arriba de la maquina (si tiene lugar para mantener tazas calientes) o ahí a mano. Mientras tanto vas ajustando, moliendo el café, o quizás espumando la leche.
Moler antes de usar
Escribí una nota entera acerca de esto, pero no me voy a cansar de repetirlo: Molé el café antes de usarlo.
Hacete ese favor y después volvé a darme las gracias.
Usar agua filtrada
¿Qué decís? Yo acá tengo agua de deshielo y es lo más!
¿Estás loca? Para algo tengo agua potable de la canilla!
Sí, está bien. Todo eso está muy bien y si la calidad y sobre todo el sabor del agua en tu casa es espectacular, este paso lo podes saltear...
Pero si le sentís un poquito de olor a cloro, o sabes que estás en una zona donde el agua corriente está muy tratada, hace la prueba de usar agua mineral o filtrada para preparar tu próximo café y fijate si notas una diferencia.
La idea detrás de este punto es que le agregues la menor cantidad posible de aromas y sabores extras a tu taza, para poder disfrutar de la infusión en su máximo esplendor.
Dejarlo reposar
Esto puede sonar un poco controversial, y creo no aplica tan bien al espresso (o las bebidas con espresso y leche).
Recordá la premisa de lo complicado y dejame que lo cambie un poco y diga que el café una vez infusionado es complejo.
Esta complejidad hace que los olores y sabores vayan variando con el tiempo y los cambios de temperatura.
Hagamos un experimento:
Hacé un café filtrado, probalo así caliente recién servido y después dejalo un rato en la taza. Cuando vuelvas a tomar vas a ver que, ademas del cambio mas obvio de temperatura, probablemente sientas otros sabores, o mejor dicho, haya cambiado la ecualización de los sabores que sentiste antes.
En mi caso, a medida que el café se enfría por lo general empiezan a aparecer más marcadas las notas dulces.
Además de los cambios en el café en en sí mismo (estoy segura que hay una explicación súper científica para este cambio, pero no la sé) también hay que tomar en cuenta que nuestra percepción de los sabores en bebidas y comidas muy calientes suele verse abrumada justamente por la sensación tan fuerte de caliente en la lengua.
¿Cuál es la idea entonces? que no hace falta tomar el café rápido y súper caliente, y que si se enfría en la taza mientras estás trabajando podes tomarlo como una oportunidad para seguir descubriendo sabores.
Y eso...
Ojalá estas pequeñas cosas te hagan mas feliz cuando tomes tu próxima taza de café :)